Publicación 15:DUERME BIEN O ENFERMARÁS
Hay personas que quieren vivir intensamente la vida y deciden acortar las horas de sueño para lograr sus objetivos. Una noche llegó a la sala de emergencias un joven de unos 19 años de edad en estado de flacidez total e inconsciencia. La información provista por los amigos que le trajeron es que había estado jugando, bailando, asistiendo a las discotecas, sin dormir. El paciente se sentía vivo mientras disfrutaba todo eso. Para no dormir se administraba cocaína. Así lo hizo durante una semana hasta que súbitamente colapsó contra el suelo, y fue traído por la ambulancia. En otra ocasión un paciente llegó a la sala de emergencias con síntomas de gastritis alcohólica y sus amigos insistían en que siga disfrutando aquella reunión de amigos. Ellos decían que hay que vivir y disfrutar la vida porque luego todos pasaremos muchos años muertos.
El tratar de vivir de esta manera, es como tomar un helado de forma atropellada, y se terminan el helado en un momento. Así mismo puede sucederles a quienes quieren vivir la vida en esa forma, sin dormir, con el objeto de gozar la vida más intensamente; pues, la vida se les va mucho más rápido.
El descanso, y el sueño como la parte fundamental del descanso, es muy importante para mantener la salud y por tanto para disfrutar la vida de mejor manera y por más tiempo. La Biblia nos enseña que el ser humano debe trabajar 6 días de la semana y descansar un día; aún la tierra debe ser cultivada por seis años y un año debe descansar. El descanso es parte fundamental de nuestro diseño y nos ha sido asignada una tercera parte de nuestra vida para gastarla durmiendo.
¿Qué sucede con el cuerpo mientras dormimos?
Aunque cuando dormimos nuestra conciencia se apaga temporalmente y no sabemos lo que está sucediendo en nuestro alrededor, muchos aspectos del ser humano se activan y están trabajando aún cuando no nos damos cuenta. Durante el sueño se restituye la energía para dejarnos listos, energéticamente, para otra jornada de trabajo.
Durante el sueño se produce la hormona del crecimiento. En los niños esto sirve fundamentalmente para su crecimiento físico y en los adultos para asuntos de mantenimiento y reparación de moléculas, células y tejidos.
Durante el sueño se produce un fortalecimiento del sistema inmune, es decir, las defensas del cuerpo contra organismos invasores se fortalecen, y los procesos inflamatorios se resuelven.
Es durante el sueño que se produce la consolidación de la memoria adquirida durante el día.
La falta de sueño afecta todos estos procesos mencionados y como resultado de eso las personas desarrollan una mala memoria, dificultad para el aprendizaje, dificultad con la atención y concentración mental. La falta de sueño genera en los conductores de automotores efectos similares a lo que produce el alcohol.
La falta de sueño genera una capacidad de defensa disminuida lo que puede ser causa de infecciones oportunistas, una deficiente lucha contra células cancerosas, lo que puede permitir la consolidación de un tumor maligno. La alteración de las defensas también se manifiesta en un aumento de enfermedades inflamatorias, las mismas que son dolorosas y muchas de ellas de larga duración asociados a un malestar crónico.
Por las alteraciones de la hormona del crecimiento que se producen por la falta de sueño los niños no crecen adecuadamente y el desarrollo del sistema nervioso no es ideal. Por este mismo problema los adultos no reparan las células y tejidos en forma normal, y esto podría afectar los procesos de cicatrización.
A más de esto, la falta de sueño trae como consecuencia cambios metabólicos que llevan a la persona a comer más de lo normal, lo que si se repite con frecuencia puede llevar a la obesidad. La falta de sueño también se asocia a cambios mentales como intolerancia, agresividad y hasta violencia. Esta asociación es de dos vías: la falta de sueño puede generar estos cambios mentales y la aparición de problemas del alma que son categorizados dentro de los problemas de salud mental, como el temor, ansiedad, y otros, generan también una dificultad para dormir.
Las causas mentales o del alma que producen problemas del sueño son eliminados por la confianza y fe en Dios. Cuando el rey David vio multiplicarse sus enemigos dijo: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”.(Salmos 4:8).
Por lo tanto, usted debe estar consciente que el sueño es un fenómeno biológico tan necesario como lo es la alimentación, para lograr mantener una buena salud. El sueño debe ser reparador y debe durar aproximadamente 8 horas en los adultos y más que esto en la niñez. Si el sueño tiene esta duración o mayor que esta, pero al despertarse sigue sintiendo cansancio, entonces el sueño no es de buena calidad y esta persona requiere ser evaluada.
Le comparto este conocimiento para que usted llegue a ser verdaderamente sano por siempre.