Publicación 16 MÁS ALLÁ DE LAS VITAMINAS
Una dieta cuidadosa pudiera ser todo lo que necesitamos ingerir para mantener una vida sana; la dieta variada y equilibrada lograría este objetivo; pues, el hígado nuestro es el laboratorio químico que disponemos para transformar moléculas o procesarlas de acuerdo con nuestras necesidades. El hígado produce grasas a partir de carbohidratos, así como produce carbohidratos a partir de las grasas. También produce un aminoácido faltante a partir de otros aminoácidos disponibles en el cuerpo; por esta razón la mayoría de nosotros podemos vivir sanos con dietas alejadas de lo ideal. Sin embargo, debemos conocer que el cuerpo humano no puede producir ciertas moléculas y que necesariamente estas moléculas deben ser provistas en la dieta o debemos ingerirlos como suplementos nutritivos, porque su falta en nuestro cuerpo generará enfermedades.
La carencia de estas sustancias indispensables en la dieta fue causa de enfermedades en ejércitos, o grupos humanos sometidos a una dieta limitada; y estas enfermedades sanaron al proporcionarles alimentos que contenían la sustancia faltante. Así se descubrieron algunas vitaminas.
Casi por el mismo tiempo se descubrió que algunas grasas son necesarias para el crecimiento y para mantener la salud. En experimentos, los animales sometidos a una dieta sin grasas enfermaron y murieron antes de lo esperado; y más tarde también se encontró que el ser humano NO puede generar ciertos aminoácidos a pesar de tener una variedad de otros disponibles. Por estas razones, a las grasas indispensables se les llamó ácidos grasos esenciales y a los aminoácidos que el cuerpo no puede fabricarlos se les llamó aminoácidos esenciales.
En esta publicación me concentraré en hablar de los ácidos grasos esenciales y ofrezco en otra publicación referirme a los aminoácidos esenciales.
Aunque ya por 1920 los científicos se comenzaron a dar cuenta que las grasas no solamente eran importantes por las calorías que ofrecían en la dieta, sino que además había un valor mucho más importante para su presencia en la dieta. El ácido linoleico, uno de los aceites omega-6, fue reconocido como esencial a fines de los años 30 del siglo pasado y fue en 1990 que finalmente se determinó que los ácidos grasos omega-3 también son ácidos grasos esenciales.
¿CUÁLES SON LOS ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES?
Hasta el día de hoy, el ácido linoleico (LA) y el ácido alfa linolénico (ALA) son considerados como ácidos grasos esenciales.
El ácido linoleico pertenece a la familia de los aceites omega-6, mientras que el ácido alfa linolénico pertenece a la familia de los aceites omega-3. De estos dos tipos de aceite se derivan otros productos que tienen un efecto muy grande en la salud de los seres humanos: Del LA se deriva el ácido araquidónico que da lugar a varias prostaglandinas que tienen un potente efecto en el control de la salud; mientras que del ALA se derivan los aceites DHA y EPA que tienen otros muchos efectos beneficiosos para la salud.
Los dos tipos de ácidos grasos esenciales son necesarios que estén presente en la dieta o debemos ingerirlos como suplementos nutricionales. En realidad es necesario decir que los ácidos grasos omega-6 debe consumirse más que los aceites omega-3 en una proporción 4:1.
FUENTES DE ACIDOS GRASOS ESENCIALES
El ácido linoleico(LA) se encuentra en las nueces y algunas semillas, mientras que el ALA se encuentra principalmente en el salmón, sardinas, aceite de pescado, en la linaza y chía. Comercialmente una buena fuente de ácido linoleico es el aceite de oliva, aunque también lo tiene el aceite de girasol, de maíz y de soja en menor proporción. Los aceites omega-3 comercialmente se obtienen en cápsulas en los sitios de venta de vitaminas y suplementos nutritivos.
¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?
1. La deficiencia de los ácidos grasos esenciales (omega-6 y Omega-3) en nuestra dieta produce un retardo en el crecimiento, problemas reproductivos, dermatitis eccematosa y alopecia (calvicie). Todo esto mejora con la administración de estos ácidos grasos esenciales.
2. EN EL SISTEMA INMUNE. Sabemos que nuestra capacidad de defendernos de virus o bacterias depende del buen funcionamiento del sistema inmunológico. Este sistema, funcionalmente tiene dos partes:
a. Un mecanismo innato en el cual a penas ingresa un virus o bacteria el sistema inmune los ataca, aunque este ataque es poco preciso y de poca intensidad y es el mismo para cualquier virus o bacteria.
b. Un mecanismo adaptativo en la que el sistema inmunológico reacciona en forma específica y con contundencia contra los virus o bacterias. Sin embargo, esta requiere de tiempo. Como resultado de esta intervención, el cuerpo dispone de defensas específicas (anticuerpos) y guarda una memoria.
Se ha visto que los aceites omega-3 potencian el sistema inmune en ambos aspectos funcionales mencionados. Por esta razón, en esta época de pandemia, asegúrese de que no le falte estos nutrientes en su dieta.
Aun en casos de sepsis, es decir de una infección que amenaza con matar a una persona, la administración de aceites omega-3 disminuye la mortalidad de los pacientes.
3. EN EL SISTEMA NERVIOSO. El DHA (aceite omega-3) tiene beneficios probados en el desarrollo cerebral tanto antes como después del nacimiento. El DHA como el APA generan moléculas neuroprotectoras, mejora las depresiones severas, y al parecer mejoran la condición de déficit de atención/hiperactividad.
4. SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO. Mejora el funcionamiento neuromuscular de las personas, ayuda en el aumento de la masa muscular y disminuye la pérdida de la masa muscular en las personas mayores. EPA tiene efectos antiinflamatorios, por lo tanto mejora la artritis.
5. EN EL SISTEMA CARDIOVASCULAR. Los aceites omega-3 disminuyen el riesgo de muerte en los pacientes con alto riesgo de muerte cardiovascular; disminuyen los triglicéridos de la sangre. EPA tiene un efecto en contra de la arterioesclerosis y beneficia el buen funcionamiento del endotelio arterial, lo que se traduce en un mejor control de la presión arterial.
CONCLUSIÓN
Aunque una dieta debería ser lo único que necesitamos, por varios factores de la vida, especialmente porque en casa comemos lo que nos gusta y no lo que necesitamos, eventualmente debemos suplementar nuestras dietas. Las vitaminas son un punto de partida pero hay más. Los ácidos grasos esenciales: Ácido linoleico (omega-6) y los aceites omega-3 (EPA y DHA), los mismos que no deben faltar en nuestra dieta, ya que como hemos mencionado tienen múltiples efectos benéficos para la salud.
Le comparto este conocimiento para que usted llegue a ser verdaderamente sano por siempre.