Publicación 04: La célula y la salud
En la publicación anterior vimos que el ser humano estaba formado por 75 billones de células. Pero, estas células no están formando un cúmulo desordenado de ellas, y sin propósito; por el contrario, cada una de las células tienen un propósito que cumplir, y para el cumplimiento de ese propósito las células adquieren distintas formas con sus estructuras internas de la célula adecuadamente dispuestas. Las células viven en comunidad, formando tejidos. Estos son comunidades de células con un propósito común. Por ejemplo, el tejido muscular está formado por una comunidad de células que tienen el propósito de contraerse para generar fuerza y movimiento, El tejido nervioso está constituido por células que se especializan en la conducción de estímulos.
Los tejidos que contribuyen a cierta función más amplia se asocian para formar órganos y sistemas. Cada sistema tiene funciones específicas y dispone de mecanismos de control de calidad de la función. Así vemos la cooperación entre el sistema circulatorio y el respiratorio. También hay cooperación estrecha entre el sistema circulatorio y el sistema urogenital, etc. En realidad todos los sistemas cooperan de un modo o de otro con el propósito de mantener el equilibrio funcional, que es en lo que consiste la salud.
Cuando un sistema pierde el equilibrio funcional, éste pone en acción sus mecanismos compensatorios y todos los otros sistemas ponen a disposición sus mecanismos de compensación que podrían ayudar a recuperar el equilibrio funcional y para mantener la vida. Los mecanismos de cooperación entre células y entre tejidos es muy extenso y esa cooperación es ordenada y funciona con una precisión que solamente un gran diseñador podría haberlo hecho.
Cada una de las células del cuerpo humano es una verdadera maravilla. El ser humano, con todo el conocimiento de la ciencia contemporánea no ha podido fabricar la más simple célula del planeta por su alta complejidad. No ha podido elaborar ni siquiera todas las moléculas necesarias en las condiciones que el organismo lo exige, peor poder ensamblarlas para que viva de ahí en adelante. Cada célula es una obra de ingeniería de precisión.
La mayoría de las células humanas miden entre 7 y 20 micras de diámetro, esto es entre 7 y 20 milésimas de milímetro. Esto quiere decir que en el grosor de una hoja de papel pueden entrar entre 8 y 10 células una junto a la otra.
Las células pueden ser esféricas, cilíndricas, cuboides, aplanadas, fusiformes y otras formas, según sea la necesidad para el cumplimiento de su función. Pero, en todas las células se distingue una membrana que separa el interior de ellas con el medio ambiente. Esta es la membrana celular. Esta membrana es una estructura de una doble capa de lípidos que tiene incrustadas en varios sitios unas proteínas que alcanzan la superficie externa, la interna o ambas. De algunas proteínas salen una antenas, constituidas de una mezcla de proteínas y carbohidratos que sirven como antenas detectoras de sustancias en el exterior y que desencadenan mensajes al interior para que la célula se prepare para las acciones necesarias como pueden ser ingestión de posibles invasores los que serán disueltos o neutralizados en el interior de la célula. Algunas de estas detectan hormonas o sustancias que al actuar en la membrana celular esta envía un mensaje al interior que termina en la elaboración de otras moléculas necesarias. En la membrana celular se encuentran estructuras especializadas llamadas receptores, que sirven para acoplarse con sustancias externas a la célula que van a ejercer una acción específica en ésta. Por ejemplo, hay receptores para la hormona tiroidea, receptores para la adrenalina, etc.
Por dentro de la membrana celular se encuentra el citoplasma. Esta es una zona gelatinosa en donde se encuentran unas estructuras pequeñísimas, llamadas organelos. Se llaman así porque hacen las veces de órganos. Cada uno de ellos tiene una función específica. Las mitocondrias son verdaderas plantas eléctricas que generan la energía celular. Mientras más activa es una célula tiene más mitocondrias. Los ribosomas fabrican proteínas, el complejo de Golgi empaqueta proteínas, elabora ciertos carbohidratos, produce la glicosilación de las proteínas y de algunos lípidos; el retículo endoplásmico liso empaqueta las proteínas o sustancias para exportación. Los microtúbulos tienen la función de transporte interno de sustancias. Los lisosomas son vesículas llenas de sustancias activas para digerir o destruir organismos invasores. Y así hay otros más.
En medio del citoplasma se encuentra el núcleo. El núcleo está formado en su mayor parte por material genético. Este material es el que contiene las instrucciones codificadas para cada célula en los llamados genes. Este material genético en ciertos momentos se encuentra empaquetado en estructuras físicas en forma de una X llamadas cromosomas. 23 cromosomas provienen del padre y 23 cromosomas provienen de la madre completando un total de 46 cromosomas.
En el material genético están las instrucciones que una célula debe realizar en cada momento de su existencia. Allí está la instrucción para que el citoplasma fabrique determinada proteína. Las proteínas elaboradas tienen funciones estructurales o funcionales. Las estructurales hacen parte del esqueleto o de la estructura física de un organelo. Las proteínas funcionales permiten o aceleran reacciones químicos o cadenas de reacciones que terminan cumplen con funciones específicas en las células. Por ejemplo: cuando una célula necesita transportar un químico del punto A al punto B del citoplasma, la célula elabora unos microtúbulos que son túneles (proteínas estructurales) por donde ciertas proteínas o sustancias deberán llegar a donde es requerida. Una vez cumplida la misión, el microtúbulo es desensamblado, con la acción de ciertas proteínas, para no aumentar rigidez física a la célula.
En este material genético (ADN) está contenido toda la información o instrucciones para una célula, lo que la célula ha de hacer o ha de fabricar, cuándo lo debe hacer, etc. Inclusive puede programar la muerte de una célula que está severamente afectada. Esta muerte programada de una célula se conoce como apoptosis celular.
Una sola célula actúa como si tuviera cerebro, sistema digestivo, sistema locomotor, etc. La membrana celular es capaz de aumentar o disminuir el número de receptores o de ciertas proteínas, según sea la necesidad. Algunas células pueden moverse hacia ciertos lugares en donde se han producido moléculas que las atraen. Es asombroso darse cuenta como una simple célula actúa en una forma precisa y adecuada para realizar sus funciones. ¿Acaso no podemos ver la gloria de Dios en esta creación?
Es necesario darnos cuenta de que la salud depende del correcto funcionamiento de las células. Cuando los lípidos (grasas) de la membrana celular son reemplazados por grasas trans, provenientes de la dieta, las células se vuelven más rígidas y la membrana celular no funciona en forma correcta, lo que contribuye a generar la resistencia a la insulina y eventualmente a la Diabetes Mellitus.
Cuando por cualquier razón hay daño en las mitocondrias, se producen enfermedades degenerativas y envejecimiento celular. Cuando el daño es en los ribosomas la célula no produce las proteínas adecuadas y si el daño está en el correcto plegamiento de la cadena de aminoácidos, cosa que tiene lugar por la participación de las moléculas chaperonas del retículo endoplásmico, las proteínas adquieren una forma tridimensional distinta a la diseñada, que no funciona como la correcta y se pueden generan otras enfermedades serias como la enfermedad de Alzheimer, Diabetes Mellitus tipo 2, ateroesclerosis y cáncer.
De la misma manera, cuando el material genético que está en el núcleo ha sido afectado, éste puede sufrir mutaciones o daños como ruptura de una o de ambas cadenas que constituyen el ADN y de esta manera pueden producir otras enfermedades degenerativas y hasta el cáncer.
Le comparto este conocimiento para que usted llegue a ser verdaderamente sano por siempre