Publicación 03: GENERALIDADES SOBRE LA ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL SER HUMANO
El ser humano es una verdadera maravilla; es una obra de arte de precisión estructural y funcional. Bien nos dice el salmo 72:19, que toda la tierra está llena de su gloria, porque no solamente nosotros tenemos cosas verdaderamente admirables, sino la naturaleza, el cielo, los astros y el equilibrio que se mantiene en la existencia armónica de todos ellos.
El ser humano está compuesto por una parte física que llamamos cuerpo y una parte inmaterial que consta del alma y espíritu.
El cuerpo humano está formado de aproximadamente 75 billones de células que no están dispuestas en un montón de ellas, sino que están perfectamente organizadas y sostenidas por el tejido conectivo, el mismo que forma huesos, cartílagos, fascias y un sostén mucho más suave como es el tejido conectivo laxo, según sean las necesidades del organismo humano en cada área del cuerpo.
Las células del cuerpo se especializan para desempeñar funciones específicas. De esta manera las células musculares se especializan en contraerse para generar el movimiento, las células del sistema nervioso se especializan en transmitir mensajes en forma de microcorrientes eléctricas; un grupo de células del corazón se especializan en auto excitarse para estimular la contracción del músculo cardíaco casi al unísono para permitir que este bombee la sangre; las células alveolares se especializan en permitir el intercambio gaseoso, algo que es sumamente necesario para la vida, etc.
Las células especializadas están apoyadas por otras células para constituir órganos y sistemas que tienen funciones específicas que cumplir.
Los distintos sistemas corporales tienen sistemas de control de calidad de la función y disponen de mecanismos de compensación funcional. Cuando por cualquier razón un sistema experimenta dificultades hay una cooperación propia del sistema y una cooperación entre los distintos sistemas para mantener el equilibrio funcional del cuerpo humano. La red de interacciones entre los distintos sistemas es compleja, pero reconocemos que todas las células del cuerpo trabajan para el mantenimiento de la vida, y de la salud corporal.
El ser humano vive en su medio ambiente y para mantener la vida toma nutrientes y otros elementos del medio ambiente, los utiliza y luego regresa al ambiente que lo rodea otros elementos que para nosotros son desechos, pero que son útiles para la vida y crecimiento de otras especies vivas. Esta relación de coexistencia complementaria entre las especies se repite entre todos los seres vivos, con lo que la interdependencia entre los seres vivos llega a se muy compleja. Una alteración de este equilibrio del ecosistema trae como consecuencia alteraciones de mayor o menor grado en los otros seres vivos. Por consiguiente, debemos estar conscientes que necesitamos mantener la naturaleza lo más intacta posible.
Los seres humanos no solamente somos células, músculos, huesos, circulación, respiración, etc., sino que tenemos emociones, sentimientos, pensamientos, fe, voluntad y consciencia. El estado funcional de estas capacidades influye mucho en la salud física y salud mental de los seres humanos. La ciencia que estudia estos aspectos es la psicología, cuya palabra viene de la palabra griega psiquis que significa alma, mente, espíritu o actividad mental. La Biblia nos enseña que estas funciones están en el alma de la persona. Pero, hay diferencias fundamentales entre la psicología y lo que la Biblia nos enseña. La psicología considera que el ser humano es fundamentalmente bueno, mientras que la Biblia nos enseña que los seres humanos inherentemente tenemos maldad en nosotros. La ciencia contemporánea explica que nuestros pensamientos y conductas son el resultado del funcionamiento cerebral por lo tanto la responsabilidad de nuestros actos es al menos cuestionable. La Biblia en cambio nos hace responsables de nuestros actos. Además, la psicología se queda en el alma y no reconoce al espíritu. Por lo que, siendo la Biblia un libro que siempre dice la verdad y que su verdad ha prevalecido, pese a los múltiples ataques de los enemigos de la Biblia, por siglos, debo decir con franqueza que me alineo con lo que la Biblia nos enseña.
Las funciones del alma afectan al cuerpo. Un bebé que recibe caricias y muestras de afecto desarrolla mejor su sistema nervioso que los que no reciben estas muestras de amor. Las enfermedades del alma o de la psiquis afecta la biología del cuerpo. Esto científicamente es muy aceptado y se conocen como enfermedades psicosomáticas. Hoy se reconocen un número importante de estas enfermedades en la población: La depresión afecta al sistema inmunológico; hay alergias de origen psíquico, y hay enfermedades del colon que tienen mucha relación con la angustia o ansiedad. El estrés intenso puede desarrollar úlceras gástricas, etc.
Esta influencia entre el alma y el cuerpo es de dos vías. También las dolencias o enfermedades físicas pueden afectar las funciones del alma: Un dolor físico prolongado le cambia el genio a una persona y este dolor puede generar angustia y favorecer la depresión. La porfiria, un trastorno metabólico, puede causar gran sufrimiento y depresión. Una alteración hormonal, como es el caso del síndrome premenstrual, puede generar problemas emocionales significativos. Es decir, hay una interacción mutua entre la biología del ser humano y los aspectos del alma.
Por último el ser humano está hecho de otro componente inmaterial que la Biblia lo llama espíritu. El espíritu es el que genera la chispa de la vida. Mientras el espíritu humano está presente, la persona está viva. Un cuerpo puede tener todas células y sus moléculas correctas, pero si no tiene el espíritu, el cuerpo está muerto y pronto se descompone.
El espíritu humano está diseñado para poder comunicarse con el mundo espiritual externo. Por diseño somos hechos para comunicarnos con Dios. Y el espíritu influencia grandemente las funciones del alma y del cuerpo. En ausencia de la influencia de Dios en nuestro ser, la ira, los resentimientos, la violencia, la falta de paz y un vacío existencial son comunes, lo que tiende a dar un sabor amargo a la vida; por lo cual, el ser humano procura buscar el placer, en distintas formas. Este placer es solamente momentáneo y su frecuente búsqueda, como norma general le lleva a las adicciones asociada a una destrucción del cuerpo y destrucción de su estructura familiar y social. Estas adicciones son verdaderas prisiones intangibles de las que no es fácil escapar.
Si el espíritu del ser humano mantiene una relación íntima con el Espíritu de Dios, nos alcanza la paz, a pesar de las adversidades que no nos son extrañas; hay un gozo interno que predomina sobre los otros sentimientos; se desarrolla la fe, con lo que empezamos a ver la mano de Dios bendiciendo nuestras vidas en una forma que no se explica por las leyes naturales. No se diga que Dios nos provee la sabiduría que es necesaria para la toma de las decisiones correctas y tener éxito en la vida. (Tener inteligencia es distinto que tener sabiduría. Hay muchas personas inteligentes pero que carecen de sabiduría y por esa razón sus vidas tienen muchas complicaciones y mantienen una vida y una situación lamentable y triste).
Usted tiene el poder de escoger el reino espiritual en el que quiere vivir. Por consiguiente usted es responsable de su destino eterno: el de gozo eterno o sufrimientos perpetuos.
Por lo expuesto podremos darnos cuenta de que el ser humano es bastante complejo y no solamente que tiene una interdependencia entre cuerpo, alma (psiquis) y espíritu, sino que todo su ser mantiene una interacción con el medioambiente y con nuestro creador. El mantener estas relaciones correctamente nos trae salud, pero cuando una de estas relaciones interdependientes se afecta, todo el ser humano enferma y sufre.
Le comparto este conocimiento para que usted llegue a ser verdaderamente sano por siempre.