PUBLICACIÓN 26: ¿SABÍA QUE SU CELULAR, LOS SISTEMAS WI-FI Y OTROS PUEDEN ENFERMARLE?
La radiación electromagnética se divide en dos grandes grupos: la radiación ionizante, como la de los rayos X y los rayos gamma, que por su peligro son reguladas bajo legislaciones en todos los países; el segundo grupo es el de radiación no ionizante, como las ondas de radio, las ondas de televisión, microondas, y el las llamadas Extremely Low Electro Magnetic Fields (ELEMF) asociados al cableado eléctrico, líneas de poder, uso de afeitadoras eléctricas, secadoras eléctricas y cobijas eléctricas se consideró inofensivo por muchos años; pero que hace más de 20 años ya se sospechaba de efectos dañinos a la salud. Esta sospecha pareció ser desvanecida por unos artículos científicos auspiciados por la ONU en la que se concluyó que las ondas electromagnéticas no representaban ningún peligro a la salud. Pero, desde entonces, cada vez hay más y más investigaciones científicas que confirman el daño a la salud producida por las radiaciones electromagnéticas emitidas por los celulares, sistemas de comunicación inalámbrica, microondas y por la llamada contaminación electromagnética.
La intensidad de la radiación electromagnética en el medioambiente de los seres humanos ha llegado a niveles nunca antes vistos en nuestro planeta, y aún en el medioambiente rural los niveles de radiación electromagnética han aumentado grandemente. Hay indicios de afectación de la flora y fauna silvestres, pero faltan más estudios al respecto.
Hay una fuerte evidencia que la exposición prolongada a ciertos campos electromagnéticos es un factor de riesgo para ciertos cánceres, enfermedad de Alzheimer e infertilidad masculina; sin embargo, la afectación más frecuente es el SÍNDROME DE HIPERSENSIBILIDAD ELECTROMAGNÉTICO. Hay estudios que evidencian la asociación de la exposición prolongada a la energía electromagnética con ciertos cánceres de niños. Por esta razón la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), en el año 2011 lo clasificó a la energía electromagnética como un agente con potencial cancerígeno en categoría 2B.
Debemos saber que en nuestro cuerpo cada una de las células que nos conforman tienen cargas eléctricas con predominio de las positivas al interior de ellas y cargas negativas por fuera, generándose un potencial de membrana del orden de los milivoltios. Las células nerviosas y musculares generan delicadas microcorrientes eléctricas para comunicarse entre ellas. Todas las células deben mantener un equilibrio con los muy débiles campos magnéticos de la tierra. Pero, debemos estar conscientes de que en relativamente pocos años, se ha producido una gran cantidad de radiaciones electromagnéticas, que no son naturales, sino creadas por el hombre, que cada vez cubren más y más lugares de la tierra. No es difícil sospechar que estas radiaciones electromagnéticas creadas por el hombre interfieran con la comunicación intercelular, a manera de ruido que no permite escuchar bien los mensajes celulares, interfiriendo con las comunicaciones de las células y con el funcionamiento celular mismo. Pudiendo generar desequilibrios funcionales y varias enfermedades.
El SÍNDROME DE HIPERSENSIBILIDAD ELECTROMAGNÉTICA. Es un cuadro clínico que aparece luego de la exposición a radiación electromagnética y se caracterizan por síntomas inespecíficos en múltiples órganos que incluyen inflamaciones agudas y crónicas de la piel, sistema nervioso, sistema respiratorio, cardiovascular y musculoesquelético. Al inicio de una exposición a la energía electromagnética rara vez ocurren síntomas, pero con una exposición prolongada los síntomas son más frecuentes y más intensos. Los síntomas de este síndrome son: dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, problemas de sueño, depresión, falta de energía, fatiga, síntomas parecidos al de una gripe. En la piel se notan enrojecimientos y en biopsias se nota un incremento de mastocitos; en el sistema nervioso también puede generar demencia y enfermedad de Alzheimer; en el sistema cardiovascular se nota fatiga; en el sistema musculoesquelético se nota una falta de energía.
Curiosamente estos mismos síntomas son comunes en las enfermedades como la Esclerosis Múltiple y Fibromialgia. Alguna persona podría ser maldiagnosticada por la sobreposición de síntomas. A veces el síndrome de hipersensibilidad electromagnética se asocia a hipersensibilidad a muchos agentes químicos o intolerancias ambientales.
La exposición a la energía electromagnética está siendo considerada como un contaminante ambiental más, como lo es el asbesto, el ruido, y otros. De manera que organizaciones internacionales como la Comisión Internacional en Protección de la Radiación No Ionizante (ICNIRP en inglés), países como Estados Unidos, Francia, Rusia, y otros tienen guías de protección de estas radiaciones para minimizar el daño en los seres humanos.
En un estudio científico del año 2000 se realizaron dos análisis de datos de estudios previos. En estos dos estudios, con mínimo lugar para inconsistencias, se demostró un aumento de riesgo de leucemia con incrementos en el promedio de exposición a la energía electromagnética. Otro estudio sobre leucemia infantil realizado por Kundi encontró una asociación entre la exposición a los campos magnéticos generados por aparatos de poder-frecuencia y leucemia infantil que no se puede atribuir a la casualidad. Así mismo, otro estudio científico detectó que la tasa de sobrevida de los pacientes en recuperación de leucemia es mala si durante ese tiempo están expuestos a campos magnéticos de muy baja frecuencia (proveniente de los cables eléctricos en las casas).
Después de investigar la exposición a radiación de radiofrecuencias y campos magnéticos, Hardell and Carlberg consideran necesario clasificarlos como definitivamente cancerígenos del grupo 1 (IARC). Estos mismos autores, en otro estudio, encontraron que el uso prolongado de teléfonos celulares y teléfonos inalámbricos se asocia a un aumento en el riesgo de desarrollar gliomas (ciertos tumores del sistema nervioso). En el sistema nervioso las radiofrecuencias afectan no solamente durante la exposición a esa radiación, sino que se prolonga más allá del tiempo de exposición. En 2008, Havas reportó que la glucosa se podría elevar en diabéticos y prediabéticos expuestos a campos magnéticos transitorios del orden de los kilohercios (electricidad sucia), en el cableado eléctrico.
El mecanismo más aceptado de cómo las radiofrecuencias y campos magnéticos afectan a una célula del cuerpo es a través del aumento en la generación de radicales libres (ROS), que son moléculas oxidantes que favorecen la oxidación a nivel de las mitocondrias, generando un desequilibrio que afecta el funcionamiento de algunas enzimas y la posibilidad de que se dañe el ADN. Este mecanismo ha sido confirmado por una disminución de la intensidad de los síntomas o prevención de ellos cuando se administran antioxidantes a quienes se exponen a esta energía y campos magnéticos. En un estudio que duró seis años se vio que la exposición a la energía electromagnética disminuía la producción de algunas hormonas como la testosterona en hombres y también el cortisol y hormonas tiroideas en hombres y mujeres.
Por todo lo expuesto puedo afirmar que la exposición a las radiofrecuencias y campos magnéticos asociados afectan el funcionamiento de las células, son causa de alteraciones funcionales de distintos sistemas y órganos y están relacionados con la generación de cánceres, infertilidad masculina y el Síndrome de Hipersensibilidad Electromagnética.
¿CÓMO PODEMOS EVITAR LOS DAÑOS DE LAS RADIOFRECUENCIAS Y CAMPOS MAGNÉTICOS?
Lo que se recomienda hacer con esos propósitos es lo siguiente:
· Reducir la exposición a la energía electromagnética, esto significa:
o Desconectar el wi-fi en la noche cuando van a dormir
o Apagar los teléfonos móviles que no son necesarios
o Distanciar los teléfonos de la cama mientras duermen
o Apagar los sistemas inalámbricos incluidos bluetooth
o Tener fines de semana de campo. Mejor, donde no hay señal de teléfono celular o antenas de radio o televisión.
o Muchos países prohíben sistemas wi-fi en guarderías.
o Limitar el uso de celulares en menores de 12 años como lo recomiendan en ciertos países.
o Las personas que sufren del Síndrome de Hipersensibilidad Electromagnética o las que tienen Demencia, enfermedad de Alzheimer, o ciertos cánceres se les recomienda cambiar de dormitorio, y para mejor alineación con el campo magnético de la tierra la cabecera deberá estar al norte o al oriente.
o Dormir horas completas para un mayor efecto de la hormona melatonina (antioxidante en el sitio más necesario) que se produce durante el sueño.
§ Por esta misma razón es necesario evitar la luz azulada proveniente de la televisión o del teléfono celular en la noche.
· Minimizar los daños de la energía ya recibida por el cuerpo:
o Consumo regular de vitamina C y antioxidantes del mercado. Las vitaminas D y E, deben ser tomadas bajo recomendación médica, por el riesgo de los daños resultantes de su acumulación en el cuerpo.
o Consumo de té verde u otras hierbas naturales por el contenido en antioxidantes que ellos tienen.
o Conectarse a tierra, esto se consigue caminando descalzo sobre la tierra o arena, acostarse sobre el césped, enterrarse en la arena, etc. Con esto se logra armonizar con el magnetismo de la tierra y descargar la electricidad estática (la que tiende a hacer chispas) que también están relacionados con problemas de salud.
Le comparto este conocimiento para que usted llegue a ser verdaderamente sano por siempre.